domingo, 2 de septiembre de 2012

El horno microondas

Una señora argentina hizo un experimento con el microondas en una feria de las Ciencias, experimento muy sencillo que todos podemos hacer en casa. Consiste en filtrar una cantidad de agua determinada y dividirla en dos partes. La primera se calienta hasta hervir en una cacerola en el fuego, y la segunda se calienta hasta hervir en un microondas. Luego, una vez enfriado, se utiliza el agua para regar dos plantas idénticas y observar si hay o no diferencias de crecimiento entre el agua hervida normal y el agua hervida en un microondas. La persona que hizo esta prueba tan sencilla pensaba que la estructura o la energía del agua puede verse comprometida por un microondas y al final se sorprendió al ver la diferencia. Durante nueve días estuvo regando las dos plantas con las dos clases de agua, y a partir del día 3 la planta regada con agua de microondas empezó a morir hasta que en el día nueve ya no quedó nada de la planta, mientras que la otra permaneció igual que al principio.   




Los problemas con el microondas se conocen desde hace años y no deja de ser realmente extraño que nadie haga nada para informar a la población de sus efectos. Muchas personas están interesadas en saber cómo se corrompe el ADN en los alimentos al ser irradiados y por qué el cuerpo no puede reconocerlos. Pensemos en todas las madres calentando la leche en estos aparatos "tan seguros". Se cuenta el caso de una enfermera en Canadá, que calentó la sangre para transfusión de un paciente en un microondas y lo mató por accidente. 
Los fabricantes insisten en que es "seguro" y presentan informes, papeles, sus leyes, su ciencia. No importa: hagan la prueba y decidan. 
Existen estudios de suizos, rusos y alemanes (son estudios clínicos científicos), que ayudan a no ignorar por más tiempo el asunto y dejar que la gente estropee su salud y la de los demás calentando ahí como si nada cualquier alimento, como por ejemplo leche (o algo similar en UHT) y preparando papillas para bebés con el brebaje resultante. En resumen: 
Diez riesgos evitables 
1) Comer continuamente alimentos transformados o calentados en un horno microondas puede causar a largo plazo daños cerebrales (un "cortocircuito" permanente en los impulsos eléctricos cerebrales). 
2) El Cuerpo Humano no puede metabolizar los materiales desconocidos o sub-productos creados en la comida de microondas. 
3) La producción de hormonas masculinas y femeninas se reduce o altera al comer de forma continuada los alimentos de microondas. 
4) Los efectos de las comidas de microondas son residuales: permanecen largo plazo (o permanentemente) en el cuerpo humano. 
5) Los minerales, vitaminas, y nutrientes en general de la comida de microondas se reducen o alteran de tal forma que el organismo recibe al final muy pocos valores realmente nutritivos. Lo peor es que el cuerpo puede llegar a absorberlos y luego no puede metabolizarlos o descomponerlos y los almacena. 
6) Los minerales de las hortalizas y verduras se alteran liberando radicales libres que pueden llegar a causar trastornos, enfermedades e incluso cáncer si se calientan en microondas. 
7) las comidas de microondas pueden producir tumoración cancerosa en el estómago e intestinos. Esto explica el increíble aumento de casos de cáncer de colon en las últimas décadas en Norteamérica. 
8) La prolongada alimentación con comida calentada en microondas hace que el número de células cancerosas se incremente. Hay que recordar que todos, hasta las personas más sanos tenemos células cancerosas -protooncogenes- en el organismo. Una parte de la tarea del sistema inmunitario consiste en mantener estas células y su reproducción bajo control. 
9) La ingestión continua de alimentos cocinados en horno microondas convierte en deficientes a nuestras defensas. Con alteraciones en los ganglios linfáticos y en el torrente sanguíneo
10) Comer alimentos cocinados en el microondas provoca pérdida de memoria, falta de concentración e inestabilidad emocional. 
¿Todavía no has tirado tu microondas? 
Un horno de convección es aún mejor, mientras se cocina más rápido y de manera más uniforme y con su tostadito ¡tan indispensable para panes y pizza!, también. 
Los hornos de convección son baratos, y poseen un ventilador que distribuye el calor de manera más uniforme. 
Además son casi tan rápidos como un horno microondas (y mucho más seguros, naturalmente). Recuerda si tienes dudas: haz la prueba... y vete pensando qué hacer con este trasto... ¡si aún lo tienes!.  

Extraído de la revista "Cocina Vegetariana".

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