domingo, 5 de agosto de 2012

Los alimentos transgénicos

Son alimentos genéticamente manipulados. La transgénesis consiste en introducir en el genoma de un organismo vivo un gen extraño, llamado transgén. Los transgenes se introducen en las plantas con el fin de aumentar su resistencia a los plaguicidas, dotarles de mayor poder de conservación o incrementar su valor nutritivo.  




La producción a gran escala de plantas genéticamente modificadas, genera muchas esperanzas, pero plantea también muchos interrogantes. Uno de los más preocupantes se refiere a lo que se llama resistencia, y abarca dos cuestiones distintas. Por una parte, la resistencia al producto del gen transferido a la planta, y por otra, la resistencia a los antibióticos. 
El aislamiento y la purificación del trasgén se efectúa en el laboratorio por clonación de una bacteria, generalmente Escherichia coli. La clonación exige el uso de "vectores" que permitirán introducir el gen en la planta. Los vectores de clonación bacteriana tienen caracteres de resistencia a los antibióticos para así facilitar la selección de las construcciones genéticas y normalmente son transferidos con el transgén a la planta. El retorno de un gen resistente a los antibióticos desde una planta genéticamente modificada hacia bacterias del tubo intestinal de los animales o del hombre es un proceso muy fácil.  




Trabajos recientes sobre el empleo de antibióticos como suplemento en la alimentación animal han mostrado la posibilidad de colonización del tubo digestivo del hombre por las bacterias de origen animal y la de transferencia de genes de resistencia a los antibióticos desde estos microorganismos hasta las bacterias del intestino humano. 
Este riesgo de resistencia a los antibióticos es tanto más grave cuanto que, paralelamente, la resistencia de las bacterias patógenas se ve favorecida por el amplio uso que se hace de los antibióticos en la alimentación de los animales destinados al consumo humano. 
Este problema es especialmente preocupante en los hospitales, donde las infecciones se multiplican. 
En la naturaleza, las oportunidades de intercambio de material genético entre organismos son inmensas, pudiendo pasar los errores genéticos de unas especies a otras, por lo que  es muy probable la diseminación de las enfermedades a través de las barreras entre las especies.  




Además no tenemos que olvidar que las modificaciones genéticas pueden perturbar el equilibrio ecológico y afectar a la biodiversidad, y que el abuso de plaguicidas sobre las plantas genéticamente resistentes a los mismos, introducirán sin duda una mayor carga de toxinas y alérgenos en nuestros organismos.  
Con esta información pretendemos que todos colaboremos en un consumo responsable, pues si no consumimos alimentos modificados difícilmente éstos podrán seguir cultivándose. Hay que tener cuidado con lo que compramos en los supermercados y leer con detenimiento los componentes del alimento, pues puede que el ingrediente principal, como por ejemplo la soja, nos diga que no está modificada, pero luego tiene otros, el maiz, que se suele utilizar como espesante, que nos dice "maiz modificado". 
Por desgracia, en España, la mayoría del maíz y el trigo que se consume es de origen transgénico.   




Otra de las cosas que podemos hacer es consultar la lista de alimentos transgénicos que cada año ofrece Greepeace en la web, de esta manera sabremos con seguridad qué marcas comerciales lo utilizan y así no comprarlas, sustituyéndolas por otras en la que se han utilizado ingredientes no modificados. 



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