sábado, 8 de septiembre de 2012

Alimentos terapéuticos

Además de una dieta equilibrada es interesante conocer algunos alimentos con efecto terapéutico comprobado. Por ejemplo: la cúrcuma, el curry y el jengibre; los azufrados: ajo, cebolla y puerro; todo tipo de coles; la soja (no transgénica); la granada y las bayas rojas; los cítricos, sobre todo limón y pomelo rosa; el té verde en infusión (más de 6 minutos), las algas, algunas setas... 
Cúrcuma 
La cúrcuma suele ser conocida por ser un componente del curry, pero es una de las especias con más propiedades e indicaciones medicinales. Hace más de 4.000 años que se viene usando la cúrcuma como condimento y colorante. Para una mejor asimilación se debe de mezclar con pimienta negra y disolverse en aceite (1 cucharada de postre con 1 cucharada sopera de aceite de lino u oliva y una generosa pizca de pimienta al día). 
La curcumina se ha mostrado eficaz en la prevención y el tratamiento del cáncer, sobre todo para los del sistema digestivo. Mejora la circulación y previene la arteriosclerosis. Favorece el buen funcionamiento del hígado, disminuye el colesterol nocivo, ayuda a que la bilis sea más fluida y puede colaborar, en algunos casos, en la lucha contra la hepatitis.  


El Oriente se suele usar también en caso de resfriados, gripes y diarreas. Las personas con asma y con mucha mucosidad bronquial se benefician de su efecto expectorante. 
También es útil en caso de inflamación de la boca (enjuagues con el polvo o cepillar con un poquito de polvo). Ideal en problemas digestivos (digestión lenta, falta de apetito, gases, exceso o falta de ácidos gástricos, etc.). 
Jengibre 
El jengibre es una raíz alimenticia y medicinal con efecto antiinflamatorio y antioxidante potente, conocido por estimular los jugos gástricos y mejorar síntomas como hinchazón abdominal, flatulencia y nauseas. Aumenta la vitalidad y mejora los estados infecciosos. Usadlo rallado en platos vegetales, mezclado con zumo de limón para marinar otras frutas, o en infusión de rodajas finas (10-15 minutos).  


Hierbas aromáticas 
Las hierbas empleadas en la cocina, como el romero, el tomillo, el orégano, la albahaca, la hierbabuena, el perejil, etc. son muy ricas en aceites esenciales (terpenos). El carnosol del romero es además un potente antioxidante y antiinflamatorio.  


Té verde 
Es un potente antioxidante y detoxificante (activa las enzimas hepáticas) debido a su contenido en polifenoles, sobre todo las catequinas. También es antibacteriano y regulador de la tensión arterial. Aporta vitaminas, minerales y unas 130 fitonutrientes, entre ellos muchos flavonoides. Sus catequinas le aportan el potencial anticancerígeno. Para liberarlas es necesario dejar la infusión en reposo por lo menos durante 8-10 minutos.  


Frutos rojos 
Las  fresas, frambuesas, arándanos y moras contienen ácido elágico y gran cantidad de polifenoles que actúan como potente antioxidante, fluidifican la sangre y previenen la formación de coágulos. Ayudan a frenar el crecimiento celular maligno, protegen las células y previenen el cerebro del envejecimiento prematuro.  


Cítricos 
Las naranjas, mandarinas, el limón y el pomelo contienen gran cantidad de flavonoides antinflamatorios, sobre todo en su piel (¡utilizar de origen biológico!). Ayudan a prevenir el cáncer. Además estimulan la desintoxicación vía hepática. Recomendación de uso: espolvorear ralladura de piel de cítricos en salsas, pasteles, mueslis o añadir a cualquier tipo de infusión.  


La granada 
El zumo de granada lleva miles de años de uso en la cocina persa. Sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes quedaron demostradas en más de 200 estudios publicados, sobre todo en el tratamiento anticáncer de próstata y de mama, y en sua cción preventiva de metástasis. Un vaso de 250 ml/día sería la dosis indicada. Parece ser que es aún más eficaz en forma de zumo fermentado.  


Ajo, cebolla y puerro 
Todos estos alimentos son de la misma familia y tienen su valor terapéutico en sus compuestos a base de azufre. El ajo es una de las plantas medicinales más antiguas, parece increíble que un solo alimento sea capaz de reducir la tasa de colesterol en la sangre, bajar la presión arterial alta, estimular el sistema inmunológico y disminuir el riesgo a contraer cáncer, sobre todo los del sistema digestivo, todo a la vez. 
El ajo nos protege de las nitrosaminas (conservantes químicos de gran potencial cancerígeno) y del crecimiento celular maligno.  
La mejor manera de aprovechar las propiedades del ajo y la cebolla es en crudo, ya que el calor destruye sus valiosos aceites volátiles. En cocina podemos emplearlos en gazpachos, humus, alioli, ensaladas... y en el caso del ajo, también frotándolo sobre pan tostado. 
Tomates 
Los tomates contienen 13 vitaminas, 17 minerales y muchos fitonutrientes. Su contenido en licopeno con función antioxidante potente, protege las paredes celulares contra bacterias, virus, hongos y sustancias químicas tóxicas. Se aprovecha mejor a través de la cocción y mezclando el tomate con aceite de oliva para facilitar su absorción. En combinación con el brócoli ha demostrado mayor eficacia contra el cáncer de próstata. 
Carotenoides 
Las zanahorias, la calabaza, el boniato, el tomate, el caqui, los albaricoques, el mango, la remolacha y todas las frutas de color brillante rojo, naranja y amarillo contienen vitamina A y licopeno. Estimulan y fortalecen el sistema inmunitario.  
Crucíferas 
La familia de las coles (brécol, brócoli, coliflor, coles de Bruselas, col rizada, lombarda, repollo chino, etc.) contienen vitaminas A y C, calcio y hierro, y una sustancia llamada sulforafano, capaz de eliminar ciertas sustancias cancerígenas. Como se destruyen con la ebullición, se recomienda prepararlos al vapor, salteado, consumir en crudo, o en caso de la col blanca y la lombarda, en forma de chucrut. 
Setas 
En China y Japón, setas como shiitake, maitake, reishi, nameko y enoki se utilizan desde hace miles de años para aumentar las defensas del organismo. Son muy ricas en fitonutrientes (polisacáridos, triterpenos, fitosteroles, ligninas). Los estudios sobre los impresionantes efectos de estas setas en la salud han sido muy elocuentes y ya es posible tomarlas en cápsulas para tratamientos antiumorales. 
Algas 
Muchas de las algas que se consumen habitualmente contienen moléculas que frenan el crecimiento celular patológico y estimulan la actividad del sistema inmunitario. También se recomiendan en casos de osteoporosis por su riqueza en calcio (más que los productos lácteos). El alga nori posee incluso acción antiinflamatoria. Cualquiera de las variedades se puede tomar diariamente en ensaladas, sopas, cremas o purés, con verduras, legumbres o cereales. También a tener en cuenta las arame, wakame, hiziki y kombu. 

Extraído de la revista "Cocina Vegetariana".

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