Las propiedades curativas de la arena

Ahora que estamos en verano y que vamos mucho más a la playa les mostramos este interesante artículo para que lo pongan en práctica cuando disfruten de un agradable día de playa.

Es verdad que una de las cosas más desagradables que nos pueden pasar en la playa es perder algún objeto en la arena, ya que es casi imposible encontrarlo. No obstante, la arena posee la propiedad de curar algunos dolores o molestias físicas. Así que, la pérdida de estos sería casi equivalente al encuentro de un tesoro para nuestra salud.

A continuación, nos gustaría comentaros algunas de las propiedades específicas de la arena:

• Psamoterapia: Es un método curativo basado en el uso de la arena con fines terapéuticos. Es una práctica muy antigua, ya era conocida por los faraones egipcios y los curanderos de la antigüedad. Su nombre proviene de las palabras latinas psammos (arena) y therapia (cura). Este tratamiento tiene un efecto desintoxicante, debido al hecho de que la arena transmite el calor al cuerpo, como si fuera una sauna; además, posee minerales como magnesio, hierro, sílice y sustancias orgánicas. Lo cual contribuye a eliminar las toxinas y paliar dolores musculares y de los huesos. Hoy en día, la Psamoterapia se practica en muchos centros SPA, clínicas ortopédicas y salones de belleza. 

• El secreto de la arena: Consiste en la capacidad de concentrar el calor de forma muy rápida y trasmitirlo al cuerpo paulatinamente. Precisamente por eso no nos sentimos incómodos cuando estamos en la arena caliente. El efecto positivo de la Psamoterapia está relacionado con el hecho de que la arena absorbe la humedad fácilmente. Por lo tanto, el sudor que se genera, producto de la temperatura de la arena, es absorbido de inmediato por la misma. En esta terapia se emplea arena a temperatura entre 50 ºC y 60 ºC. Ésta activa el metabolismo, la circulación y el sistema linfático. El resultado curativo consiste en eliminar el dolor y la hinchazón del cuerpo. 
• Efecto curativo: La arena trata el reumatismo, la artritis, la artrosis, la miositis osificante, la inflamación crónica de los apéndices uterinos y de los riñones, las neuritis, las neuralgias y las radiculitis. Cuando nos hundimos en la arena y empezamos a sudar, sobre la piel aparece una capa fina de carbonato, gracias al cual el oxígeno se transporta rápidamente hasta los tejidos y normaliza el metabolismo.

Además de aliviar los dolores y ayudar a bajar de peso, la arena tiene el efecto de masajear y exfoliar la piel. 

No obstante, es importante tener en cuenta que la arena caliente puede tener efectos secundarios perjudiciales para los siguientes tipos de personas:

- Aquéllos que padezcan enfermedades infecciosas;

- Las personas que tengan hipertonía;

- Los que sufran de epilepsia;

- Aquellas mujeres que tengan algún mioma, endometriosis, mastopatía o alteraciones hormonales. Además, la terapia con arena no debe practicarse durante la menstruación ni 2 ó 3 días antes de la misma.

Extraído de Salud.es