Una pequeña cantidad de brotes de brócoli fresco contiene tantas sustancias protectoras del cáncer como cualquier cantidad mayor de esa misma hortaliza madura que se vende en las tiendas de comestibles, según investigadores de la Universidad Johns Hopkins. Para reducir un 50% el riesgo de padecer cáncer de colon, tendríamos que comer alrededor de un kilo de brócoli a la semana. Si bien eso se puede hacer, tan sólo 5g de brotes de brócoli contienen concentraciones del compuesto glucorafanina equivalentes a las que se encuentran en 150g de brócoli maduro. El compuesto activo es un precursor del sulforafano, del que se ha demostrado en estudios que favorece la secreción de enzimas de las células protectoras de los daños moleculares causados por productos químicos cancerígenos.
Al igual que otras plantas crucíferas, el brócoli acelera la eliminación del estrógeno del cuerpo, lo que contribuye a eliminar el cáncer de mama. También tiene efectos antivíricos y antiulcerosos. Asimismo, el brócoli es una gran fuente de cromo, que ayuda a regular la insulina y el azúcar en sangre.
Extraído del libro "Los secretos eternos de la salud".
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