Las judías verdes, o como las conocemos en Canarias, las habichuelas, tienen muchos nutrientes de gran valor medicinal. Son una fuente excelente de vitamina K (una taza contiene el 154,9% de la dosis diaria). La vitamina K es primordial para mantener los huesos fuertes.
Esta verdura constituye también una rica fuente de vitamina A, a su vez muy importante (sobre todo por su concentración de carotenoides, entre ellos el betacaroteno). Es sabido que las judías verdes contienen mucha fibra, que ayuda a prevenir el cáncer de colon. Además, contienen gran cantidad de vitamina C, riboflavina, potasio, hierro, manganeso, folato, magnesio y tiamina. Además, son una buen fuente de fósforo, calcio, niacina, vitamina B6, cobre, proteína y cinc.
Hay pocos alimentos que puedan equipararse a las judías verdes en cuanto a sus numerosos nutrientes útiles contra la arteriosclerosis, la cardiopatía diabética (enfermedad del corazón causada por la diabetes) y el derrame cerebral. El magnesio y el potasio contribuyen conjuntamente a reducir la hipertensión arterial, mientras que el folato y la vitamina B6 ayudan a convertir la molécula proteínica homocisteína potencialmente peligrosa, en otras moléculas benignas. Ha homocisteína puede dañar directamente las paredes de los vasos sanguíneos de no transformarse rápidamente; los elevados niveles de esta proteína están asociados a un mayor riesgo de sufrir un ataque cardíaco o un infarto cerebral.
El contenido en hierro en las judías verdes es dos veces mayor que en las espinacas. Este útil hierro vegetal se ingiere en forma iónica y orgánica, a diferencia del óxido de hierro tóxico que se encuentra en los suplementos alimenticios y en los cereales de desayuno. El hierro es un componente integrante de la hemoglobina, la cual trasporta el oxígeno de los pulmones a todas las células del organismo, y también forma parte de los sistemas enzimáticos esenciales para la producción de energía y el metabolismo. Para utilizar adecuadamente el hierro y sintetizar la hemoglobina, el cuerpo precisa cobre, presente también en abundancia en este vegetal.
Las vitaminas C y A y el cinc que contienen ayudan a mantener la función inmune de modo óptimo y a prevenir el acné. Por último, las judías verdes contribuyen a conservar la memoria gracias a la tiamina (vitamina B1).
Los numerosos nutrientes de esta verdura pueden prevenir una serie de enfermedades, incluida la enfermedad de Alzheimer, la arteriosclerosis, la cardiopatía diabética, el cáncer de colon, el asma, la artritis, el acné, las infecciones de oído e incluso los resfriados y la gripe.
Observaciones: las judías verdes contienen cierta cantidad de oxalatos. Por tanto, si uno tiene piedras de ácido oxálico en los riñones, primero debería eliminarlas antes de comer judías verdes con regularidad.
En nuestro apartado de "recetas vegetarianas" te incluimos una receta a base de judías verdes muy rica. Anímate a probarla.
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