lunes, 10 de septiembre de 2012

Otoño: estabilidad y adaptación

Con la llegada del otoño llega la calma, dejando atrás la energía externa y expandida del verano. Ahora empezamos a recogernos hacia adentro para prepararnos para la etapa más interna del invierno. 
Siempre observamos como las hojas empiezan a caer de los árboles y todo empieza a adquirir un color más terroso, nos puede dar la impresión de que los árboles y las plantas han dejado de crecer pero no es así, ahora están creciendo las raíces, toda la energía empieza a ir hacia adentro, pues bien, nosotros también empezamos a recogernos hacia el interior.  


Es importante nutrirse bien en todas la épocas del año porque estamos en continuo cambio y el haber estado en sintonía con la estación anterior implica estar más preparado para la siguiente, por ejemplo es fácil observar como a principio de otoño un cambio de temperaturas aunque no sea demasiado acentuado provoca ya resfriados. Esto es debido a lo poco preparados que estamos para adaptarnos  a la energía del otoño y a la excesiva apertura que hemos tenido en verano. 
Órganos relacionados con el otoño y su función 
En medicina oriental los órganos relacionados con este momento del año son el estómago, el bazo y el páncreas. Para la medicina oriental, al contrario de lo que piensa la occidental, el bazo tiene un papel muy importante, puesto que es el órgano principal en la producción del Qi (Ki o Chi: energía): extrae de la comida y de la bebida la energía de los alimentos que es la base para la formación del Qi y de la sangre. Y por ello vamos a dedicar este artículo  a conocer su funcionamiento y consejos útiles para ayudar a equilibrarlo. 
Desde el punto de vista de la medicina china, el bazo está considerado el órgano central en le proceso digestivo y tiene las siguientes funciones: 
-Gobierna la transformación y transporte 
-Controla la sangre 
-Controla los músculos y las 4 extremidades 
-Se manifiesta en la boca y los labios 
-Controla es  ascenso del Qi y alberga el pensamiento 
-Síntomas como labios secos y pálidos, sentir un gusto "pastoso" o pegajoso en la boca, falta de apetito, apetencia sólo por alimentos líquidos, frío y/o debilidad en las extremidades, celulitis, edemas, entre otros pueden indicar un desequilibrio en éste órgano. 
Aspectos emocionales en el elemento Tierra 
Como hemos dicho anteriormente el otoño es el momento en que empezamos de nuevo con nuestras rutinas y nos preparamos para el invierno. Es por tanto un momento para implantar estabilidad y hábitos saludables (en nuestro día a día) y nutrirnos, esto nos permitirá fortalecer este elemento. 
Las cualidades más importantes serían: la generosidad, la compasión, la nutrición (en un amplio sentido de la palabra), tener amigos, ser simpáticos y con predisposición para ayudar a los otros, y resaltar la capacidad de adaptación en cualquier situación ya sea de trabajo, familia, viajes, etc... 
Cuando ocurre un desequilibrio perdemos dicha estabilidad con lo que nos volvemos inseguros, desconfiados, envidiosos, críticos y autocompasivos. 
No debemos olvidar que el elemento Tierra representa la madre (la madre tierra). Las madres aportan nutrición tanto a nivel físico (los alimentos) como a nivel emocional, mediante seguridad, comprensión y amor. Si el elemento tierra no está en equilibrio podemos sentir que no podemos nutrir a los demás, no tenemos nada para dar, nos puede volver muy  dependientes. Éste desequilibrio suele afectar más al sexo femenino.
Consejos útiles para ayudar al bazo 
Aconsejamos evitar en la medida de lo posible: 
-Azúcar 
-Comida procesada, pesada (mantequilla, salsas grasientas...) 
-Las harinas en general 
-Tomar bebidas frías y alimentos de naturaleza fría 
-El consumo de alcohol 
Hábitos y alimentos aconsejables: 
-Utilización del arroz dulce 
-También mijo 
-Verduras redondas: calabaza, coliflor, col,... 
-Menos platos crudos y más cocinados 
-Utilización de más legumbres 
-Postres elaborados con dulces naturales: frutas y verduras dulces, melazas de cereales (arroz, cebada...)  


-Tomar platos con  sabores dulces y cremosos: 
El sabor dulce es el más representativo del elemento Tierra, pero no debemos olvidar que todos los sabores tienen la facultad de tonificar o dispersar nuestros órganos, dependiendo de cómo los utilicemos. Respecto al dulce debemos ser prudentes al consumirlo (incluso si es de calidad), nuestro cuerpo no necesita grandes cantidades de esta sabor para funcionar bien y nunca deberíamos sustituir una comida por un dulce, pero tampoco debemos suprimir el sabor dulce en las comidas, en especial las mujeres que necesitan de este sabor para nutrirse física y emocionalmente. 
-A pesar de tener una gran variedad de frutas en esta época es recomendable reducir su consumo sobre todo de fruta cruda y consumirlas en forma de compotas y tartas.  


-Usar más algas 
-Aumentar el tiempo de las cocciones -Regularidad en las horas de comida 
-Comer las cantidades justas sin llegar a sentirte completamente lleno. 
-Masticar muy bien cada bocado 
-Ejercicio físico en general 
-Actividades de equipo 
-Saltar la cuerda o en minitrampolín. 

Siguiendo estas pautas podemos conseguir un buen funcionamiento de nuestros órganos de otoño y ello se traducirá en buenas digestiones, estabilidad emocional y poco a poco iremos consiguiendo disfrutar de la mayoría de las cualidades positivas que se han nombrado anteriormente. 
La tierra es tu vínculo más directo con la buena vida, es necesario mimarla y prestarle atención. 

Extraído de la revista "Cocina Vegetariana".

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