La abadesa y terapeuta del siglo XII Hildegarda von Bingen, consideraba la espelta como el mejor cereal. Valoraba no sólo los efectos positivos en el cuerpo -a nivel digestivo y como alimento muy completo- sino que reconocía que proporcionaba tranquilidad al alma y paz de espíritu. No ha sufrido tantos cruces ni hibridaciones, y reacciona negativamente a las sustancias químicas para aumentar su rendimiento. Esto se debe a la dureza de su cáscara que es menos proclive a absorber los contaminantes ambientales y del terreno.
Por esta razón, provoca menos alergias e intolerancias; su gluten es mucho más asimilable debido a la mejor organización de los granos en la espiga.
Sus beneficios
-Posee un alto nivel de proteínas ya que contiene los ocho aminoácidos esenciales, dentro de los cuales destaca su elevado aporte de triptófano. Este aminoácido esencial es importante en situaciones de estrés o depresión.
-Es rico en vitaminas del grupo B y en minerales.
- Tiene riqueza en ácido salícico uno de los nutrientes más importantes del organismo ya que forma parte de nuestros tejidos.
-Es de naturaleza tibia y tonifica la digestión.
Cómo consumirlo
Podemos cocinar su grano como otro cereal, o utilizando su harina para repostería, panes o pastas, o el cereal en copos.
Artículo publicado en la revista "Cocina Vegetariana".
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